La conferencia fue increíble y muy singular. Me gustó el hecho de que se aseguraran de que estuviéramos muy cómodos, lo que a su vez hizo que estuviéramos abiertos al aprendizaje.

Tropecé con la conferencia, sin comprobarlo realmente y me quedé asombrada, sí, es una palabra fuerte, pero apropiada en este caso. Me asombró la cantidad de cosas con las que podía identificarme, lo mucho que confiaba en ellas, lo emotivas que eran la pena y la risa. Como encontrar a familiares que creías muertos de camino al buzón.

Una hermosa mezcla de poesía, música, movimiento, meditación y creatividad que trajo tanta alegría... Los espacios seguros creados por líderes suaves y gentiles: su apertura, receptividad, lentitud para permitir la autenticidad, la vulnerabilidad y la creatividad. Demasiado a menudo nos apresuramos a responder antes de estar preparados, y hablamos antes de saber, entender o necesitar realmente hacerlo. Es como la diferencia entre el cortisol y la oxitocina.

Todavía estoy masticando, compostando, marinando las muchas pepitas de sabiduría que he escuchado en la conferencia y en las grabaciones. Aprecié profundamente los numerosos espacios ceremoniales y espirituales, así como la inclusión intencionada y la toma de conciencia del mundo más que humano y de nuestro enredo. También me llevo conmigo un sentimiento de comunidad, de que ésta es "mi gente", ¡y estoy deseando volver a reunirme!

[Me gustó] la amplitud de las sesiones y los ponentes. Me pareció que estaba bien organizado y la comunicación se hizo muy bien. En la sesión que cofacilité, la energía que se creó fue maravillosa, pudimos profundizar mucho.

Gran afirmación para el trabajo solitario en el que he invertido durante 16 años en Chicago y algunas excelentes nuevas perspectivas y herramientas.

Durante y después de la conferencia tuve muchas ideas. Una de ellas es la importancia del amor y la conexión, no sólo en la educación (que sin duda escasea en la enseñanza superior), sino para nuestra existencia en general. La segunda es la importancia de la autenticidad y de mantenernos fieles a nuestros valores, por muy difícil que sea a veces. Así es como se produce el cambio: no conformándonos y creyendo en nuestra visión, incluso en tiempos difíciles. Me alegro mucho no sólo de que me lo recuerden, sino también de encontrar una comunidad de personas que creen lo mismo.

Aprecié la mezcla entre el trabajo académico formal y la investigación alternativa, más holística.

Siento que no siempre diferente es mejor, creo que lo que tienen de positivo estos encuentros y este enfoque es la apertura, el habilitar la duda, sostener las preguntas, desbloquear ideas limintantes, incluir diferencias y valorarlas en toda su riqueza.

[Aprecié] el espacio para expresar libremente las ideas y los planteamientos de la gente sobre la educación. El encuentro con otras personas que trabajan para cambiar el sistema educativo e inspirarme en lo que hacen.